lunes, 14 de julio de 2014

NUESTRA "IMAGEN CORPORAL"


En nuestra actualidad es frecuente que se hable sobre temas relacionados a la imagen corporal, el concepto que nos formamos de cómo debe de ser nuestro cuerpo, de cómo nos podemos sentir por nuestro cuerpo.

Pero poco sabemos de cómo es que se llega a formar este concepto, y menos que este podría ponernos en riesgo para desarrollar distintas problemáticas en el manejo de nuestra alimentación hasta desarrollar un trastorno de conducta alimentaria.

Empecemos por comprender que la imagen corporal es la representación mental del cuerpo, la cual se forma durante la niñez, y es en la adolescencia donde resulta un elemento trascendental  para el desarrollo psicosocial de la personal.

Es relevante comprender 3 aspectos que van en un constante cambio e interacción:
  • Componente perceptual: Como una percibe el tamaño del cuerpo
  • Componente cognitivo afectivo: Como uno se siente, que actitudes y valoración que despierta o algún aspecto de la aparencial física.
  • Componente conductual: Son las conductas que ejecuta a causa de esta percepción y los sentimientos relacionados al cuerpo.
Es así que estos componentes pueden llegar a alterarse y presentarse patología como la sobre estimación o subestimación del tamaño corporal o de partes especificas del cuerpo, creencias irracionales y sentimientos negativos como la vergüenza, malestar, ansiedad o expectativas irreales de la apariencia. Así también como cambios de hábitos alimentarios, mirarse constantemente al espejo, evitar personas o eventos sociales, hacer ejercicios excesivos, restringirse las comidas, etc.

Las personas con problemas de la imagen corporal, más que tener problemas con su cuerpo real, los  tienen con su cuerpo imaginario y este se convierte en el valor más importante, lo que conduce a las características psicopatológicas de los trastornos de conducta alimentaria, como deseo sobre valorado y obsesivo de la delgadez extrema y pánico a engordar.

Es por ello que acuden a conductas dañinas y extremas como dejar de comer, saltarse las comidas, usar laxantes para bajar de peso, vomitar, hacer ejercicios excesivos por horas, exponerse a temperaturas extremas como usar gran cantidad de prendas (para sudar) o bañarse con agua fría, etc.

Debido a que ya existe una alteración patológica severa, la cual va acompañada de pensamientos obsesivos y recurrentes es importante pedir el apoyo necesario, acudiendo en primera instancia a fuentes confiables y el soporte familiar, todo esto para poder evitar que este problema se extienda y se vuelva cónico, es necesario buscar la ayuda de un especialista, que nos pueda guiar a entender mejor en que consiste esta distorsión de la imagen corporal ya poder enfrentarla.

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