Es una parte integral de la vida
cotidiana una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas
y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento.
FASES DEL SUEÑO
1 y 2 sueño ligero y se puede
despertar fácilmente los movimientos oculares son lentos y se detiene el ritmo
cardíaco y respiratorio se hace más
lento y la temperatura corporal desciende.
3 y 4 sueño profundo. Es más difícil despertar a alguien durante esas
etapas y cuando se despierta la persona suele sentirse desorientado, aturdida
por unos cuantos minutos. Las etapas 3 y 4 son las etapas del sueño más
renovadoras, es el sueño que anhelamos cuando estamos cansados. La etapa final (5) del ciclo del sueño
recibe el nombre de sueño REM en esta etapa aparecen los movimientos oculares rápidos
también ocurren otros cambios físicos: respiración se acelera, el corazón late más
rápido y los músculos de las extremidades no se mueven.
QUE ES LO QUE IMPIDE DORMIR
Un adolescente debe dormir entre
8.5 y 9.5 horas por noche. Por lo tanto si un adolescente se levanta a las 6 de
la mañana para ir a la escuela debe ir a la cama a las 9 pm para dormir 9
horas. Muchos adolescentes
tienen problemas para conciliar el sueño más temprano ya que su cerebro trabaja naturalmente con horarios más
nocturnos y no es tan preparado para ir a la cama. Durante la adolescencia el ritmo cardíaco
del organismo (un reloj biológico interno) se recomienda y le indica al
adolescente que se duerma más tarde por la noche y se despierta más tarde por
la mañana. Este cambio del ritmo cardíaco parece ser cansado por el hecho que
en los adolescentes la hormona cerebral melatonina se produce más tarde por la
noche que el los adultos y los niños lo cual hace más difícil conciliar el
sueño.
A veces este retraso en el ciclo del sueño y vigilia es tan marcado que
afecta el funcionamiento diario de una persona y se le denomina “síndrome de la fase del sueño
retrasada” Sin
embargo los cambios del reloj interno no son la única razón por lo cual los
adolescentes pierden horas de sueño:
- Insomnio
- Trastorno del movimiento periódico de las extremidades y síndrome de las piernas inquietas (LPMD)
- Apnea obstructiva del sueño
- Reflujo
- Pesadillas
- Sonambulismo
La falta de un sueño reparador puede afectar al organismo de diversas formas, algunas de las que pueden percibirse más frecuentemente son:
- Dificultad de la visión.
- Hipersensibilidad a los estímulos de luz.
- Reducción de la capacidad de lectura y de la concentración.
- Sensación de cansancio constante.
- Problemas gástricos.
- Falta de energías.
- Mal humor e irritabilidad.
LOS BENEFICIOS DE UN SUEÑO REPARADOR
Un buen descanso implica dormir las horas necesarias (entre
7 y 8) y alcanzar un sueño profundo en este periodo, lo que se logra
adquiriendo ciertos hábitos, tales como establecer una hora fija de sueño,
evitar comer alimentos pesados en la noche y preferir la lectura antes de la
televisión al momento de ir a la cama.
ALGUNAS RAZONES PARA DORMIR BIEN:
Se regeneran y
oxigenan las células.
Al dormir, nuestra piel descansa y las células se regeneran
y oxigenan con mayor facilidad. Específicamente en los ojos, la Rodopsina
(pigmento sensible a la luz) logra renovarse recuperando el esfuerzo realizado
durante el día.
Ayuda a mantener un
peso adecuado.
Cuando el cuerpo no descansa lo suficiente, presenta una
tendencia a acumular grasas y es más difícil quemarlas. Un cuerpo descansado
ayuda a mantener el peso o incluso a perderlo más fácilmente, ya que cuando
dormimos poco producimos mayor cantidad de hormona Ghrelina, que aumenta el
apetito.
Favorece el control
de enfermedades como la hipertensión y diabetes.
Cuando no descansamos lo suficiente corremos el riesgo de
aumentar nuestra tensión arterial, haciendo más alta la probabilidad de
contraer hipertensión y/o diabetes por el incremento de producción de Cortisol.
Cuida el corazón.
Durante el sueño también disminuye la frecuencia cardíaca
para que las células coronarias y los tejidos puedan repararse. En este momento
nuestro organismo libera la melatonina y la hormona del crecimiento para
desarrollar estas tareas.
Mejora la capacidad
de intelecto.
El descanso es fundamental para mejorar nuestra actividad
intelectual. El cerebro necesita varias horas de desconexión para procesar toda
la información acumulada durante el día.
Incentiva la
coordinación física.
Una actividad psicomotriz no puede ejecutarse si el cerebro
no está descansado. Si vamos a conducir o a realizar un trabajo que implique
riesgos, el descanso no sólo es aconsejable, sino que imprescindible.