lunes, 23 de junio de 2014

IMPORTANCIA DEL APOYO FAMILIAR EN EL TRATAMIENTO DE UNA PERSONA CON TRASTORNO DE CONDUCTA ALIMENTARIA

Cuando un paciente entra en tratamiento, toda la familia forma parte de ello; la familia es el coterapeuta.
Investigaciones demuestran que una persona  con TCA ( Trastorno de Conducta Alimentaria) alcanza una mejoría exitosa, sí además de tener acceso a un buen tratamiento de psicoterapia, cuenta también con un verdadero apoyo de su entorno (amigos, familia, pareja). Y es que, es necesario que las personas que están alrededor del paciente, la motiven y sean partícipes de la seguridad o confianza que ha perdido, alentándola a mejorar, pero sobre todo, brindándole la oportunidad de sentirse viva, resaltando sus cualidades y virtudes.
Por ejemplo si una persona con TCA se está reincorporando a la sociedad, y hay un almuerzo familiar, deberá poner límites a las cantidades que consuma a modo que cumpla con el régimen alimenticio establecido, esto no le impide contactar con sus amistades. También se debería crear un clima cálido en el momento de la comida evitando discusiones o conflictos familiares.
Por ello, el paciente necesita conocer que sus esfuerzos de alguna manera están repercutiendo no solo en su salud física y mental, sino también en su entorno inmediato y social, en su familia, en su círculo de amigos, en la universidad, trabajo, etc. De esta manera, el apoyo social se vuelve parte fundamental no solo de la intervención clínica, sino del seguimiento y la recuperación.
Ante conductas  inadecuadas que realiza la persona con TCA, los familiares piden y se les debe brindar información, orientación, para dar a conocer la importancia de sus acciones, sus habilidades y recursos que se pone a práctica ante situaciones que se les presenten. Así finalmente mejorar el funcionamiento familiar y ofrecer a la persona con TCA un ambiente seguro.

La familia juega un papel importante para favorecer la recuperación exitosa.

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