¡LAS MUJERES Y EL CHOCOLATE!

¿Crees que es sencillo, resistirse al oscuro, suave y dulce sabor del chocolate?

El chocolate puede suministrar nutrientes que mantienen el sistema hormonal femenino para que funcione correctamente

En muchas ocasiones, creemos que los alimentos son los que producen antojos en nosotros, haciéndonos creer  que si no satisfacemos el deseo, éste pronto nos consumirá y no podríamos ser capaces de pensar en otra cosa hasta que consigamos  satisfacernos.

Muchos de los antojos de comida, tienen tras de sí, beneficios psicológicos como el poder levantar el ánimo, calmar los nervios y estabilizar el estado de ánimo; mientras que las comidas sanas normalmente no lo hacen así, por ejemplo, sería extraño que alguna persona pueda tener un antojo de una ensalada de lechuga y limón en lugar de una torta de chocolate.

De igual modo, se ha observado que el chocolate, es uno de los alimentos más anhelado, asimismo se ha encontrado que el chocolate puede suministrar nutrientes que mantienen el sistema hormonal femenino para que funcione correctamente; asimismo siendo un antojo común; en la etapa premenstrual, ya que los niveles de la serotonina disminuyen en esta etapa.

El chocolate y sus ventajas

Sin embargo, el problema se desarrolla; cuando uno se excede en la comida y la cantidad del alimento se relaciona a su estado emocional, por lo mismo es aconsejable el emplear técnicas de distracción hasta que el impulso se vaya acompañada de  hábitos alimenticios saludables como ingerir  cuatro comidas completas y equilibradas, dentro de las cuatro horas de diferencia ; ya que  comer de esta manera tradicional asegura de que obtiene suficientes calorías espaciados uniformemente a lo largo del día para no tener hambre y ayudar a sus niveles de azúcar en la sangre se mantienen estables.

Por lo tanto chicas, si han descubierto una relación entre los antojitos y las emociones difíciles; ya saben que el primer y mejor proceso es aprender a controlar la experiencia  emocional y eso muchas  veces requiere de práctica y supervisión; acompañadas de alguien más que retroalimente nuestro proceso.